Peces callejeros que gritan el nombre del Deseo
en esta idiota ciudad
llena de grises siluetas
con cara de móvil,
con alma de nadie.
en el trascurrir de las horas frías de metal
Peces desorientados recorren estas calles
de las alegres lágrimas hipotecadas
que somete a
la más libre y vital conducta
de cualquiera.
la más libre y vital conducta
de cualquiera.
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