De vez en cuando la Verdad sale de copas con la Mentira. Las dos son amigas íntimas, y eso que a menudo, presumen, cada una por su cuenta, de que no se pueden ver ni borrachas.
En estos encuentros etílicos las dos divinas se cuentan (o descuentan) la vida mientras se van poniendo a tono copa tras copa. La Verdad bebe de verdad, mientras que la Mentira, tampoco.
Tarde, o temprano (que no deja de ser lo mismo) las dos damas acaban explicándose las penas de esta bella y tan absurda vida. La Verdad, por enésima vez, dice que siempre dice la verdad y más cuando va pedo. Mientras que la Mentira, tras veinte copas, confiesa que ella sólo miente de verdad.A lo que la Verdad responde:
-No he conocido a nadie más cabrona y sincera que tu
-A mi más o menos no me pasa igual -responde la Mentira
-A mi más o menos no me pasa igual -responde la Mentira
Luego siempre viene un lunes de mierda. Y con él la resaca, la rutina, el deber, la insufrible Navidad, la imbecilidad en forma de destino...
Y al cabo de semanas la Mentira saldrá nuevamente de copas con su enemiga íntima la Verdad, a intercambiarse chismorreos de toda índole, teorías, promesas, besos de sal, recetas, rayas de pijamas, números de teléfono, ideologías naufragadas, votos clandestinos, caricias bajo la ropa interior, crímenes inconfesables, polvos a plazos, orgasmos a medias, frustraciones democráticas, futuros improcedentes, oraciones ateas y algunas cosa más...
Dani T. D. 1/12/2019
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