miércoles, 1 de mayo de 2013

ÁNIMO, ANIMAL DESALMADO

Sin caer en la tentación a la que cayó Kierkiergard, no me atrevo -aún- a decir que la vida es una enfermedad mortal. Para nada. La vida es un misterio lleno de excitantes vértigos que van más allá de toda explicación. Ya el simple hecho de estar despierto, y ser consciente de estar vivo, por el simple motivo de respirar, sin más, es ya un todo éxtasis. Sin embargo creo que el hombre, en cierta medida, sí que es un animal enfermo. Un animal que no se conforma nunca. Eso de entrada puede estar bien. Pero a la larga es un lastre, pues ha convertido su existencia en una carrera de consumo y ganancias que no le llevan a nada. Vivir es una experiencia ante todo. No una carrera desmesurada hacia el éxito y la felicidad más adulterada.. No se trata de conseguir nada. Se trata de vivir. Sólo de vivir. Es curioso que los textos de Shakeaspeare, por ejemplo Macbhet, no pasan nunca de moda. Son actuales. ¿Por qué? Porqué el hombre no ha cambiado a penas nada en esencia. Sólo exteriormente. Estamos rodeados de tecnologia por todas partes. Pero Macbeht aún, a día de hoy no puede dormir. Y el bosque avanza. Lo más probable es que no haya solución. Que el hombre sea un desalmado. Que la única revolución posible sea hacía dentro de nosotros mismos.Que dejemos que la naturaleza rebrote de nuevo por todas parte. Que no se edifique tanto. Que no se construya tanto transportes. Que seamos más perezosos y contemplemos más desde el gozo mortal de vivir intensamente cada momento hasta la muerte. Que morir al fin de cuentas tampoco es tan grave. El hombre se cree demasiado importante. En el fondo no hay nada importante. El universo es fugaz, y esta en constante movimiento. Siempre es buen momento para empezar a mirarse por dentro. Y hacer de la vida un espacio para vivir, sin más. Sin necesidad de correr, ni de ganar, ni de perder. Ni tan siquiera de conseguir nada. Nada de nada. Dani T. 1 DE MAYO DE 2013

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