sábado, 5 de mayo de 2012

Un canto a la libertad bien entendida

He vuelto a leer “Juan Salvador Gaviota”, de Richard Bach, he vuelto a rememorar el valor de la libertad.
Juan es una gaviota diferente al resto. No se conforma con comer, dormir y poco más, sino que busca algo más. Y encuentra ese algo más en el vuelo. Juan Salvador Gaviota quiere aprender a volar más y más rápido, más y más lejos, más y más perfecto… 
Sus ansías de perfección le convierten en alguien muy diferente a los demás miembros de la bandada, algo que preocupa a sus padres y cabrea al resto.  

Pobre Juan, se le olvidó que ser diferente tiene un precio.
Y soporta las burlas, los menosprecios, el rechazo y, finalmente, el exilio.
Y muere solo con sus vuelos.
La historia, así contada, parece triste, pero nada más lejos de la realidad.
Tras la muerte, comienza otra forma de entender la libertad.
En vida, la libertad se limitaba a hacer lo que más le gustaba, volar, sin hacer daño a nadie.
Tras la muerte, la libertad se transforma y se convierte en compartir, acompañar y cuidar a los que, como él, buscan algo más.

El que murió solo con sus vuelos desapareció feliz en el recuerdo de cientos.
Gran Juan Salvador Gaviota, tú sí que sabes.
Concluyo con las primeras palabras del libro: “Al verdadero Juan Gaviota, que todos llevamos dentro”.

Firmado: la mujer cangrejo.
[El libro se encuentra disponible aquí]

2 comentarios:

  1. Siempre me ha gustado esta historia,aunque no lei el libro,si que he visto la pelicula,que por cierto,no se si sabias que existia,hace tiempo ya.
    Saludotes.
    Miguel.

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  2. Hola, Miguel.
    Me he enterado de que existía la película al buscar imágenes para el texto. ¡Tendré que verla!
    El libro, si quieres, te lo dejo.
    Petons,
    eVa

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