el que me colma asombrado,
procuro no salir del mentado asombro
para no naufragar entre sombras.
Y si naufrago de nuevo, procurar
subirme a otro ágil divagar
que me permita navegar
por mares de belleza y curiosidad.
Pues nunca se aprende del todo
en esta ilusión del aprehender,
no dejando nunca el sorprender-
se, que al fin es esencia del vivir.
Del vivir cómo el oficio, el que,
sin duda, saca más beneficio,
sin apenas tener necesidad
de ningún capricho meramente material.
Fuera del mágico asombro
que me procura la misma acción
de vivir desde todos sus ámbitos,
día tras día, noche tras noche.
Incluso el de morir,
¿al fin?
Dani T.D. 2/8/2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario