se muestra un día más en el tedio más sutil,
perpetuando la impureza
a través del diálogo más deteriorado
cuando nadie escucha ya a nadie.
Entonces se prolifera la jauria
de la confusión más despeinada por la via
más desgastada del bochorno más decadente,
el que inyecta la marea más subyaciente,
evocando, así,el rencor
más inútil y pusilánime.
La história, entonces, está
condenada a repetirse
porqué un Instaurado Olvido
memoriza la ficción más convincente,
según la demanda
de los bolsillos más poderosos.
Mientras el canto de sirenas
vuelve, una vez más,
a disgregar toda concordia,
perdiendo de vista el buen hacer
más humano
entre los transeuntes más disonantes
y pacificos de cada lugar.
Dani T. D. 1/10/208
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