Hoy también he dejado la cama de buena mañana sin comprender casi nada. Me he inventado de nuevo el dia, pero como tengo una imaginación limitada, he acabado por enésima vez atrapado en las paredes de metal de una oficina sin demasiados encantos. Después de alcanzar la localización de mi mesa, he empezado con mis tareas de una forma mecánica, como no queriendo. Llegados a este punto, y como mi trabajo es prácticamente igual, día tras dia, me he puesto a soñar despierto, que en el fondo es la esencia de vivir (más que nada es para engañarme un poco, ¿qué hay de malo en ello?)
Aprovechando que los demás estaban absortos en sus respectivas ocupaciones, me he largado por la puerta incendios. He cogido un taxi hacia el aeropuerto. Una vez allí he decidido irme al desierto a meditar. Ya os contaré. Un saludo!
Dani Torralba Devesa. 3/5/2016
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