Otra vez se me presentaba la tarde como un espacio determinado que arrancaba justo cuando despegaba el ave del mediodía. Sí, como si se tratase de un animal mitologico, o algo así. La nueva tarda tenia forma de barco pirata, y mis compañeros también formaban parte de la tripulación. Yo no era marinero, jamás lo fuí. De hecho no sabia lo que era. Para ir tirando me había engañado a mi mismo, diciéndome que era un naturista subversivo, y quería encontrar el origen de toda paradoja. Ya que estaba del todo convencido de que todo consistía en una GRAN paradoja, formada, a su vez, de pequeñas paradojas. Sabía que las paradojas en el fondo son seres vivos. Lo más seguros es que fueran invisible. Y de también lo más seguro es que la paradoja fuera el primer ser del universo, y a su vez, el origen del universo, de hecho hay teorias al respeto desde tiempos muy lejanos, a orillas del mediterraneo.
De hecho aquella tarde me había sorprendido en forma de barco pirata, como ya he dicho. La nave había alcanzando el oceano, rumbo al Caribe. Sir Lauren gran corsario e íntimo amigo del capitán, tenia un mapa de una isla pequeña (más o menos del tamaño de la isla de ibiza). Según Sir Lauren en aquella isla se escondía un gran tesoro. Aquél tesoro, seguramente pertenecía a un antepasado del propio sir Lauren. Y antes que nadie se hiciese con él, sir Lauren se había adelantando. Aquél corsario nos había prometido a toda la tripulación que con aquél tesoro todos los allí presentes nos podríamos dedicar a vivir sin trabajar el resto de nuestra tan asqueada vida hasta la muerte. Eso a mí me impotaba poco, la verdad. Yo, estaba en aquel barco porqué me gustaba la aventura, y de hecho en el fondo siempre hice lo que quise, con dinero o sin él . Me gustaba navegar, nunca pensaba en el final de cada viaje. El dinero era importante para mi, no diré que no. Pero no era aquello lo que principalmente me movía. Lo que me movía, como ya he dicho era saber del origen de las paradojas.
De repente miré el reloj del móbil. Ya está, una mañana más, hoy ha sido un día de mucho trabajo, pero no me puedo quejar. Me gano la vida honradamente. Aunque, claro a veces me pregunte que es ganarse la vida honradamente? También a uno le engañan continuamente, diariamente, sutilmente, asiduamente. Uno cada vez esta más engañada, es más que evidente. Y más confundido también. La oficina, esta oficina, dónde me encuentro ahora redactando estas línes, en verdad no deja de ser un barco pirata, y yo un bucanero lleno de paradojas tatuadas en mi alma tan desgastadas como alegre.
De hecho aquella tarde me había sorprendido en forma de barco pirata, como ya he dicho. La nave había alcanzando el oceano, rumbo al Caribe. Sir Lauren gran corsario e íntimo amigo del capitán, tenia un mapa de una isla pequeña (más o menos del tamaño de la isla de ibiza). Según Sir Lauren en aquella isla se escondía un gran tesoro. Aquél tesoro, seguramente pertenecía a un antepasado del propio sir Lauren. Y antes que nadie se hiciese con él, sir Lauren se había adelantando. Aquél corsario nos había prometido a toda la tripulación que con aquél tesoro todos los allí presentes nos podríamos dedicar a vivir sin trabajar el resto de nuestra tan asqueada vida hasta la muerte. Eso a mí me impotaba poco, la verdad. Yo, estaba en aquel barco porqué me gustaba la aventura, y de hecho en el fondo siempre hice lo que quise, con dinero o sin él . Me gustaba navegar, nunca pensaba en el final de cada viaje. El dinero era importante para mi, no diré que no. Pero no era aquello lo que principalmente me movía. Lo que me movía, como ya he dicho era saber del origen de las paradojas.
De repente miré el reloj del móbil. Ya está, una mañana más, hoy ha sido un día de mucho trabajo, pero no me puedo quejar. Me gano la vida honradamente. Aunque, claro a veces me pregunte que es ganarse la vida honradamente? También a uno le engañan continuamente, diariamente, sutilmente, asiduamente. Uno cada vez esta más engañada, es más que evidente. Y más confundido también. La oficina, esta oficina, dónde me encuentro ahora redactando estas línes, en verdad no deja de ser un barco pirata, y yo un bucanero lleno de paradojas tatuadas en mi alma tan desgastadas como alegre.
Dani Torralba y Devesa, 12/5/2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario