A veces el infierno es un lugar sofisticado,
a veces el infierno son los demás
como escupiendo lágrimas empaquetadas
al vacío.
O como decía el lúcido borrachín de Bukowski:
el infierno es un lugar solitario.
Un lugar lleno de ojos arañados
que lanzan miradas desafinadas
y afiladas como cuchillos.
Cuchillos que van directo al corazón.
El corazón que un día naufragó
en una playa sin mar,
con ceniza en lugar de arena,
A veces un infierno alquilado
me da de beber.
Intento calmarme.
Pero no puedo,
todo es un maldito engaño,
Pero no puedo,
todo es un maldito engaño,
un engaño que sólo es mío
y que me persigue allá
a dónde voy.
Y cada día que pasa
no sé si al lugar dónde voy
existe en realidad,
pero eso que más da....
A veces el cielo (si lo hay)
no es nada más que un barato infierno,
un lugar saturado de inútiles oraciones
que se estrellan en la fe
más podrida.
pero eso que más da....
A veces el cielo (si lo hay)
no es nada más que un barato infierno,
un lugar saturado de inútiles oraciones
que se estrellan en la fe
más podrida.
Dani Torralba Devesa, 11/4/2020
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