de lo sentido, lo frustrado
desde lo trascurrido al olvido
en la sentencia de lo sentenciado.
De estos modos, otros lodos.
De lo esperado, lo prodrido
en la huida huidiza
la que naufraga todo naufragio.
De lo recordado a lo inventado.
Desde lo inevitable, que ya quiebra
el corazón que YA razona
este sentimiento que ya es demente.
En la medida que se expone
la máxima atención
que concluye cada latido
el que ya apunta de lleno al corazón.
Sujeto a cualquier tan bello
y divino desvario.
Sujeto a cualquier tan bello
y divino desvario.
Dani T. 15/7/2019
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