martes, 13 de marzo de 2018

¡¡DERRAPEANDO PERO CON LA CORONA DANDO!!

Resultado de imagen de rape  Aquel sábado me lavanté temprano. Quería aprovehar el fin de semana, pues cada vez me daba la impresión que los fines de semana duraban menos. Solían ser plazos de vida de 48 hora en las que uno trataba de ser él plenament, o al menos ser alguien de verdad después de cinco días de estar encerrado en una estúpida oficina con las paredes de ansiedad aglomerada, como un minotauro trantando de averiguar dónde Trump estaba la salida. Pero volviendo a aquel sábado, después de beberme un café con leche me dió, no sé porque, por escribir un rap. La cosa es que era muy raro que se me antojará aquel capricho, pero bien mirado, tal vez descubriese cosas nuevas sobre mi mismo.
Tal vez porque el rap da la posibilidad de expresarse con total libertat, haciendo un ejerció de honestidad con uno mismo. Yo no tenía ni idea en que consistía eso del  rap, bueno había oído a grupos por la rádio, incluso a mis sobrino adolescentes entonar una vez unas coplas raperas y al mismo Sabino y Sntiago Auseron.
  Como no me asustan los desafíos, y los fines de semanas estan para afrontarlos, me puse manos a la obra. Así que decidí salir a buscar inspiración. Com el rap es un género urbano, o eso me parecía, me dispuse a perderme por el laberinto de mi ciudad, dado mi condición de minotauro.
  La ciudad, mi ciudad es Barcelona. Pero en uno momento dado Barcelona se puede transformar en cualquier otra ciudad: Madrid, Lisboa, Berlin, Paris, Londres, Signapur...Todas las ciudades se parecen (¿O son la misma?) y al mismo tiempo son distintas. Cogí el metro. Viaje por el vientre de la ciudad. Observé todo tipo de rostros de sábado. Rostros que me empezaron a dictar rimas: paseando la vida, por las aceras de la asfaltada mentira, en busca de una verdad, que me agite esta podrida realidad. Me di cuenta, lentamente (¿o rapidament?, no me acuerdo) que los demás transeúntes rapeaban para sí. Pues tambien llabavan un rapero en su interior. Por ejemplo, una señora de unos cincuenta largos años, con una gorra invisible del revés en la cabeza, iba voceando rimas: con el carrito me voy abriendo/ entre las sombras cansadas y cabreadas/ lejos de la fantasmada hombría de mi marido/ encuentro las cosas autenticamente anheladas.
 Cuando ya había recogido unas cuántas ideas, busqué un bar para escribirlas en calma en una pequeña libreta que lleva. Aproveché, ya que era la una, para comer y beber algo.   El camarero que se acercó a tomarme nota, también me sopló unas rimas: Tenemos patats brabas/ una gambas que estan que te cagas/la cervesa esta pa morirte/ y yo, aquí colega, estoy  pa'servirte.
  Ya comido y bebido regresé a casa dónde sacacando la libretita que había llenado de posibles rimas raperas, me dispuse a parir el primer rap de mi vi vida, y tal vez el único, ¿o qu´ién sabe?. También saqué un teclado Cassio (por si a casio) que me compre un sábado en un arrebato de esos que me dan, Me instalé en el comedor. encendí el teclado, jugué un pocó con la caja de ritmos, Putx, putx, putx,, dong, ding, pim. Ejecuté unos acordes de Mi, la y Fa...Salia una cosa rarisíma pero tenia su què, De momento dejé el teclaó a un lao con cierto rostro helao y de bacalaó. De inmediató busqué en la libreta a ver qué cosas había estado apuntando. Nada, rimas sueltas, voces de la calle, versos cotidianos;Que calor en el metro/ todo quisqui hablando solo/ arañando la soledad/como la gran feroz realidad. Sinceramente aquello era
  La verdad es que no me salía nada del otro jueves, pero me entretenia y estaba descubriendo cosas de mi mismo que posiblemente ignoraba. O todo lo contrario. El caso es que hacia las seis de la tarde paré, y fui al supermercado a comprar cosas que me hacían falta, Así que me puse el abrigo y me fui.
   Para sorpresa mía, en el super descubri nuevas posible rimas para mi rap. Parecía como si los productos de cada seción me chivaran ideas origianales a mis oídos. Un tetabric de leche, por ejemplo, me pintaba con rimas afiladas la situación de los lacteos, que estos estaban hasta el copon de alimetar a tanto mal críao. En la pescadería compré un rape, no sé...me apetecía. Me atendió un chica que parecía también recitar algo entre dientes: Hola cliente/como esta el ambiente../¿Te gustan mis pendientes?/si te quedas este rape/ tu vida será menos disparate/porque tal y como estan las cosas/hay para echar a correr/ y ya nunca, ni de coña volver.
  Luego buscando unas magdalenas, mis ojos se posaron en unas cajas de bombones. Entonces una rima algo inesperada aparecía en mi cabeza evocando una familia Real, que dicen ciertas lenguas que reina pero  no gobierna en alguna muy, muy pero que muy lejana galáxia. Aunque estos bombones son intolcable, porque los puso un caudillo de M (con h) para que todo siguiera igual. Y así hasta este presente que es tan moderno como decadente en un país que si comes rape con espinas, cosas chungas alucinas, y te pueden poner en el talego, por discrepar de la herencia del dictador gallego, el que tenía un solo huevo, por eso hablaba en forma de un hilo muy fino y nunca decía nada nuevo, muriendo matando como los grandes carbones de la historia.
  Cuando ya tenía la compra hecha, pasé por caja y pagué con la tarjeta de la Caixa (la de la inta de naranja). Antes de salir de aquel supermercado, un segurata se acercó a mi y mirándome a los ojos me soltó: Vigila con lo que rapeas. haber si lo estropas, pues hay ciertas rimas, que pueden ser de mucho riesgo, aunque tengan toda la razón de este puto mundo.
  Más tarde, ya en casa con una cerveza fresca en la mano, me puse a grabar el rap. Y después, lo que pasó después fue tan turbio como la leyenda de esa famíla vital que aún nos da a todos los súbditos de esto maldito país por  saco. Y es que la sombra de Paquito es tan alargada... ¿O no creís pequeños?

Dani T. D, 13/3/2018

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