Aristóteles decía que el ser humano es un animal político de por sí. O sea, que según él todos, en cierta medida, tenemos la capacidad de organizar a la gente y proponer pautes para que la cosa funcione cada vez mejor. Bueno supongo, aunque es algo mucho más complejo, pero en cierta medida es así. Ahora, a la practica sospecho que de lo dicho sl hecho hay un trecho que te cagas. Los políticos profesionales, ¿Son profesionales de la política? ¿Son políticos de verdad? ¿O son niños mimados que, de alguna forma, han creido que eran los elegidos para cambiar y controlar lo que les salia de las neuronas? ¿O simplemente están en política porque quieren llenar sus bolsillos de billetes y la política de verdad les importa un comino?
La verdad es que no sé qué decir. Todo es tan confuso, que ya no sé a quien acudir para sacar algo realmente claro. Quizás acuda a Google o, a ese argentino representante oficial de ese gran Ausente, es decir del más gran político que existe y existira nunca. .
Bromas a parte, sospecho que un político es un ente cada vez más ficticio, aunque en cierta medida todos y todas somos realmente una ficcion andante como el bueno de Alonso Quijano. O sea un ensueño mortal. Pero eso, tampoco importa demasiado. ¿O no?
Porque el político ¿nace o se hace? Supongo que ni una cosa ni la otra. Existen personas más propensas para dedicar su vida (¿y de bajada?) a eso de la polítca, que otras. Quizás deben tener algo de especial...en la mirada, en la voz, en el esternon, en el estómago, en el alma (aunque la mayoría no tiene de eso, se la venden a pobres diablos como Trump), en lo calcetines, en la recámara, en el paladar, en el sotano, en el disco duro, ¿en los genitales?. Yo qué sé...
Aunque uno le da la impresión que la verdadera política brilla, sobretodo en este país, por su gran ausencia. Porque el poder, entre otras cosas (de un modo abstracto, y no tan abstracto) ya está en manos de las grandes multinacionales (la mafia legal. La iglesia católica, entre ellas). Son ellas las que deciden quien realmente corta el Bacalao. Y la política depende más del poder económico que de otra cosa. O, sea que el que tiene más es más feliz, más persona y esas cosas que tanto estan de moda en la cuarta planta del Tajo Yankie. Mientras que el que no tiene nada, directamente que se joda. O sea el rollo de siempre. Y ahora a demás empiezan a escasear seriamente los recursos del planeta, o sea que nos vamos directamente a la porra! Al menos los pobres y los trabajadores y el resto de las especies silvestres, porque el pasaje para una nave interestelar cuesta un huevo de avestruz.
En definitiva, esta es mi impresión, pero en el fondo no tengo idea de nada, absolutamente de nada.
Es más creo que antes de la muerte, tampoco hay nada del otro jueves (a parte de la revista Mongolia). Pero en fin mientras esten los bares, los teatros, los cines, las salas de conciertos y las bibliotecas abiertas, habrá cierta esperanza (sin Aguirre, eso sí), al menos para un servidor.
Hasta luego pequeños...
Dani T. D. 6/32018
Porque el político ¿nace o se hace? Supongo que ni una cosa ni la otra. Existen personas más propensas para dedicar su vida (¿y de bajada?) a eso de la polítca, que otras. Quizás deben tener algo de especial...en la mirada, en la voz, en el esternon, en el estómago, en el alma (aunque la mayoría no tiene de eso, se la venden a pobres diablos como Trump), en lo calcetines, en la recámara, en el paladar, en el sotano, en el disco duro, ¿en los genitales?. Yo qué sé...
Aunque uno le da la impresión que la verdadera política brilla, sobretodo en este país, por su gran ausencia. Porque el poder, entre otras cosas (de un modo abstracto, y no tan abstracto) ya está en manos de las grandes multinacionales (la mafia legal. La iglesia católica, entre ellas). Son ellas las que deciden quien realmente corta el Bacalao. Y la política depende más del poder económico que de otra cosa. O, sea que el que tiene más es más feliz, más persona y esas cosas que tanto estan de moda en la cuarta planta del Tajo Yankie. Mientras que el que no tiene nada, directamente que se joda. O sea el rollo de siempre. Y ahora a demás empiezan a escasear seriamente los recursos del planeta, o sea que nos vamos directamente a la porra! Al menos los pobres y los trabajadores y el resto de las especies silvestres, porque el pasaje para una nave interestelar cuesta un huevo de avestruz.
En definitiva, esta es mi impresión, pero en el fondo no tengo idea de nada, absolutamente de nada.
Es más creo que antes de la muerte, tampoco hay nada del otro jueves (a parte de la revista Mongolia). Pero en fin mientras esten los bares, los teatros, los cines, las salas de conciertos y las bibliotecas abiertas, habrá cierta esperanza (sin Aguirre, eso sí), al menos para un servidor.
Hasta luego pequeños...
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