En esta tarde veraniega
un viento algo tímido
me toca con su seca voz
para despeinar un poco
las palabras que me conforman
esta alma alquilada
a una de lluvia de confeti.
Horas que vacían las tardes
de esta vida de papel secante,
mientras juegan las sombras
con los fotones que desplazan desplazando
el frío caluroso de los sueños
de toda existencia.
Y mientras cualquier milagro mundano
se colma sin demasiadas pretensiones,
y la alegria de estar vivo
se hace
con la más absoluta naturalidad.
Dani T. 22/7/2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario