Hay días que no me levantaría de la cama. Esperaria a que la Muerte vieniese a jugar conmigo. La mujer está en los huesos, pero dicen que tiene un buen polvo. Claro, que no es plan o ¿quizás me falta voluntad? El caso es que uno termina por levantare, i arrastrando sus pasos hacia la ducha, y bajo el agua resucita un dia más en la misma identidad, en la misma massa corporea, con sus manias más caprichosas, ¡Que asco por 2!. No queda más remedio que alegrarse de seguir vivo, pero uno no sabe realmente el porque ni el como, aunque para el como de vez en cuando reparten vales en Corte Ingles. Pero esto último quizás mejor que lo cuente otro dia. Un café, que es el primero del dia, me da el suficiente coraje para salir a la calle y navegar a lomos de una golondrina hasta la oficina del tedio. Hay que trabajar para ganarse el pan, integral o no. A lo mejor hoy hay suerte y me encuentro con un editor o con la chica de mis sueños. O con "el molt honorable", algo es algo, no creeís.
La oficina me ofrece una vez más sus brazos y sus labios que saben a tierra mojada. Saludo con un buenos dias que disparo al aire. Los compañero me responden entre murmuros resacosos, que huelen a lloros de críos. Yo ne tengo hijos, no sé si los tendré algún día, auque opino que para traer hijos al mundo hay que tenerlo muy claro. En muchos aspectos este mundo es espantosa y completamente absurdo para traer a gente nueva, pero es una opinión, tal vez es que estoy bajo de moral. Pero en fin, esto también lo contaré algún día.
Van pasando los minutos en la oficina del Tedio, minutos que se visten de horas, horas que a veces (si se miran de perfil) parecen semanas, meses, incluso años. Tecleo el ordenador, cojo el telefono, conservo una sonrisa mediana, fotocopio documentación y en eso... En eso fantaseo con una huida por la ventana, como en la peli de Superman, ¿os acordaís? Me planteo un suicidio apresurado y bien apañado. No es que quiera matarme, es que tampoco me gusta esta vida. Quizás voy en busca de un punto i seguido, de un matarse sin materse. La vida mediocre que uno lleva también es com suicidarse a diario. El caso es que estos pensamientos me calman, y me ayudan a que pase el dia. En cierto modo vivir es huir. Huir de la propia vida, del mundo, de uno mismo, de esta mortal mentira que a diario nos hace levantar de la cama. Y uno se pregunta por qué.
Dani Torralba, 4/6/2015
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