Al fin disolverse en la nada
como un descanso vital
y ya no esperar nada, pues
todo lo que es necesario
ya se lleva dentro.
Pues todo lo divino esta
en todas partes
en la imaginación que palpita la razón
del corazón, como dijo Pascal.
Y descoser la mentira
de todo conocimiento
que da forma a la ignorancia
más sofisfiticada
y notablemente burda.
Al fin disolver en la nada
más allá de la larga sombra de Díos,
más allá de la insignificancia de cada instante,
más allá del tan deteriorado esfuerzo de tener que llegar algún sitio,
y de paso,
desprendenderse del tan inútil deber
de tener que superarse en cada instante..
pues siempre se está en el mismo lugar:
si se quiere avanzar de verdad
hay que estarse
absolutament quieto,
absolutament quieto,
vivir para morir,
morir para danzar
la libertad de la luz
en la vida que no es más
que un vértigo de latidos
al compás de la melodia
de toda divina nada.
Dani Torralba, junio, 10/6/2015
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