sábado, 15 de diciembre de 2012

NO ES UNA META

Otra vez navidad,
¡Me cago en 2!
Máscaras de felicidad adulterada
por las aceras invulnerables
de la mediocridad más consumida.

Mientras ando por las calles
solitarias con el alma arrugada
en los bolsillos de la gabardina,
y la luna colecciona los cromos
de la décima insurrección
del Diablo que  habita
en las botellas que me van consumiendo.

A menudo vivir
es una estúpida herida
que coagula en las orillas
de las aguas de la superficie,
en dónde flotan
nuestros egos más ficticios
y vacíos.

Vivir no es una meta:
es un vértigo,
un salto al vacío,
tus besos prohibidos,
mil silencios ardiendo,
un grito sordo en mitad de la noche más desierta
que rebela la evidencia
de la nada más sublime.

Dani T. dic. 2012

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