Saltar al vacío. No tener miedo, y al mismo tiempo guardar un poco de miedo para estimular la energía que corre desde dentro hacia afuera. Aprender a decir no. Equivocarse y después equivocarse otra vez. Y las veces que nos haga falta.
Llegar a saborear el vértigo de vivir. Asumir que no somos nadie, que somos una mera construcción mental. Aprender que ser nadie, o nada, es la clave de todo. La esencia de todo.
Y flotar en esa nada para jugar con las olas espumosas del mar de la vida, que no deja de ser otra apariencia vital. Otro espejismo mortal. Otro sueño cósmico, o cómico.
Dani T. D. 29/9/2023
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