lunes, 3 de junio de 2013

FRAGMENTOS DE LLUVIA

 Con los bolsillos llenos de lluvia y, una canción de Tom Waits en el cacumen, me abrí paso por los pasillos de los colores desgastados de esta ciudad imposible.
 Huía de las prisas. Yo era prisa, velocidad subliminal, conjunto de átomos que conforman una masa -o algo por el estilo- y van a la loca e ingénua búsqueda de algo vivo-. Y como Diógenes, yo también llevaba conmigo un farol -¿o una escala de picas?-. Yo qué sé. Quería luz para dislumbrar, que no alumbrar, en la más opaca claridad del día.
  Quería, como todos, soñar que estaba vivo.
Porque esa es otra. No, no que no va en coña, ¡¡¡¡lo digo en serio!!!!!!!!!
Huir era esencial para mi. ¿Hasta dónde quería llegar? ¿Qué quería encontrar?
La verdad es que no lo sé. Pero claro ¿es verdad la verdad?
En última instancia supongo que quería engañar a la soledad incorporia de mi condición existencial. O sea, besar al fin los besos que crecían de tu boca. ¿Pero dónde te escondias?
A lo mejor, lo más seguro, es que no existiesex. O que estuvieras dentro de mi. Al otro lado de mi yo.
Mi yo, pura máscara llena de miedo. Pura expresión, fruto de la nada.
Te encontraré. Y si no te inventaré, como amenudo me invento que estoy vivo.
 Sigo en la fuga esencial de la vida.
Sigo ardiendo por dentro en cada latido, como canta Spreengteen.
Sigo sediento tras los pasos de la PASIÓN  más DESENFRENADA de nada en particular.

Dani, junio, 2013.

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