miércoles, 5 de junio de 2013

EN EL FONDO MORIR ES RENOVARSE

   Hay martes que le despiertan a uno como si estuviera completamente muerto. Muerto pero vivo, es decir com un ministro de cultura. O como un ministro de la iglesia.
El otra martes fue uno de esos días. Y me levanté de la cama, dejando una amante eteria en el aire espeso de la habitación, que me mató a preguntas de algodón la noche interior. Me volví a vestir de hombre normal, como en la canción de Extremoduro. Y sin ganas me fuí a trabajas, normal.
   Pero mis pies confundieron los pasos. Y pasito a pasito  llegué al desierto que hay en la periferia de la existencia. Allá dónde nacen las canciones de Cohen y de Sabina. Allá dónde el tiempo se descompene en caballitos de mar transparente y que son expertos en juegos de mesa. Allá dóndé, como escribió Borges, todos los hombres son el mismo hombre. O la misma mujer.
  La arena de ese desierto era lila y de vez en cuando aparecían árboles con interogantes como hojas. Aquel desierto parecía inmenso. Al principio me puse especialmente tenso al comprovar que me había perdido. Quise llamar a la oficina, pero me habia quedado sin saldo. Entonces me paré, me senté en la arena, y con las piernas cruzadas respiré fondo tres veces. Y me tranquilece. Luego me dije: No te quejes, la vida es rara. Aprovecha para saborear el verdadero sabor de las cosas.
  En unos minutos, y por arte de magia, aparecio el genio de Diógenes con la cara de Groucho Marx, que mirándome fijamente a los ojos me dijo: Dani, aprovecha estas en el sitio perfecto. Vive sin más, déjate llevar. Total tu también nunca aceptarías ser miembro de un club en el que te aceptaran como socio.
  Desde aquel martes soy otro. Ahora me llamó Julius Marx y actuó en un cabaret junto con otros cachondos y golfos artistas, en medio del desierto, cinco veces por semana.  Aquí se intercambian ideas, caricias, besos, orgasmos, aventuras, opiniones. Se comparten risas, botellas, flores, sueños, ilusiones, bacadillos de calamares, discos de Iggy Pop. Si quereís venir sólo teneis que cerrar los ojos y respirar tres veces profundamente. Si os pilla en el curro, mejor. Total, la más inmediata y gris realidad es una cochina y cobarde mentira.

Dani T junio, 2013

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