Cansado de cansarme de nada en particular,
cansado de olvidarme del olvido a plazos,
cansado de besarte sólo en sueños,
cansado de matarme a diario.
Días de cartón que crecen como setas
bajo el imperio de tela de este cielo tan idiota
que se desmaya, bajo tus ojazos
cuando me miras sin querer.
Cansado de ser un heroe de boquilla,
cansado de la cerveza sin alcohol,
cansado de la ley de gravedad,
cansado de peinar el pelo del viento.
Cosas sin percha
en el armario imaginario de mi intimidad,
dónde guardo los secretos
más sorpredente e inútiles.
Cansado de ser el más guapo del barrio,
cansado de venderme en cualquier esquina,
cansado de no pensarte nunca sin ropa,
cansado de creer a ese imbécil
que siempre me ronda en los espejo.
Dani T. Junio, 2013
Poesía, pinturas, reflexiones, aforismos, y demás historias... en castellano, catalán, y otras idiotas (perdón, idiomas) Por Dani Torralba Devesa, un inconsciente que no quiere dejar de soñar bien despierto hasta el final (si hay algún final, claro)
viernes, 28 de junio de 2013
jueves, 27 de junio de 2013
HACIENDO DIANA
Soy en la medida
que creo que soy.
Y en todo lo que creo
hago diana
en la más ilusa ilusión
No importa lo que uno
encuentre al fin, pues
toda esencia esta
ya en la búsquedad,
porque todo final
se acaba disluyendo
en un nuevo principio.
Reconozco sin pelos
en la ficcion de la memoria
que tompoco soy yo
cuando digo que soy yo.
El ser siempre
es una imposición de la máscara
que va esculpiendo el tiempo
sobre la propia calavera de uno;
esa portadora de la falsa
trayectorías vital;
entre besos
a escondidas, suicidos
a medias, naufragios
en el café diario,
destinos manipulados
por el simulacros sinverguenza
del futuro más asutadizo y covarde.
Dani, junio, 2013
que creo que soy.
Y en todo lo que creo
hago diana
en la más ilusa ilusión
No importa lo que uno
encuentre al fin, pues
toda esencia esta
ya en la búsquedad,
porque todo final
se acaba disluyendo
en un nuevo principio.
Reconozco sin pelos
en la ficcion de la memoria
que tompoco soy yo
cuando digo que soy yo.
El ser siempre
es una imposición de la máscara
que va esculpiendo el tiempo
sobre la propia calavera de uno;
esa portadora de la falsa
trayectorías vital;
entre besos
a escondidas, suicidos
a medias, naufragios
en el café diario,
destinos manipulados
por el simulacros sinverguenza
del futuro más asutadizo y covarde.
Dani, junio, 2013
lunes, 24 de junio de 2013
BOTAS DE LLUVIA
Real como los ojos de Blancanieves,
entrañable como los días sin ruidos,
sencillo como un sol de membrillo,
dulce como tus sonoros silencios.
Hoy iré lejos sin moverme
de aquí,
buscaré nuevas palabras
para corregir el destino
del mañana más falsamente rutinario.
Me pondré unas botas
gastadas por la lluvia,
estrenaré la sonrisa que
por mi cumpleaños
me regalaste.
Sin prisa como un reloj sin pilas,
despeinado una luna melón,
despistado como un recién casado,
alegre como una fresca sorpresa.
Dani T 24-6-2013
entrañable como los días sin ruidos,
sencillo como un sol de membrillo,
dulce como tus sonoros silencios.
Hoy iré lejos sin moverme
de aquí,
buscaré nuevas palabras
para corregir el destino
del mañana más falsamente rutinario.
Me pondré unas botas
gastadas por la lluvia,
estrenaré la sonrisa que
por mi cumpleaños
me regalaste.
Sin prisa como un reloj sin pilas,
despeinado una luna melón,
despistado como un recién casado,
alegre como una fresca sorpresa.
Dani T 24-6-2013
domingo, 23 de junio de 2013
Transparencias
Hacía calor. Me puse una blusa blanca de lino.
Él: - Se te nota el sujetador.
Ella: - Será porque lo llevo puesto. Y a ti que estás reprimido.
Él: - Será porque me he puesto.
Las palabras y los silencios transparentan más que la tela. Hace frío.
viernes, 14 de junio de 2013
VOLVERÉ (Blues arrugado en el bolsillo del pantalon)
Volveré a perdermé en tus ojos,
volveré a deciros hasta luegor,
volveré a empezar nada especial,
volveré a pasarme como un perfecto caballero.
Volveré a fingir que espero algo,
volveré a aprender las lecciones de la lluvia,
volveré a desnudar-te desde la distancia,
volveré a tomarme absolutamente nada en serio.
Volveré a reírme viendo Sopa De Ganso,
volveré a fingir ser yo,
volveré a mentir diciendo sólo la verdad,
volveré a vivir después de morirme.
Volviré como una oscura golondrina,
volveré a escribir poemas en la oficina gris,
volveré a tocarte con el pensamiento,
volveré a sentir que tal vez un día estube vivo.
Volveré a morirme de asco,
volveré al prostibulo de las dudas de miel,
volveré a ser feliz en unas botas rotas,
volveré a sentir a Diós entre tus pierna.
Volveré a ser un retrasado cósmico y aventajado,
volveré a emborracharme hasta desmayarme,
volveré a desvivirme en cada verso,
volveré a danzar en la melodia imposible
de esta vida tan poco creible....
Dani T. junio, 2013
Relaciones epistolares extrañas(1)
Querida Nada:
Llevas mucho tiempo en mi vida,acaparas tanto mi atención que mi convivencia contigo se ha vuelto cíclica.
Debido a tu insistencia en quedarte en la vida de los demás debo decirte que:
A aquell@s que vayas a dejar probar solamente el desasosiego,hazlo en momentos puntuales,no dominarás su existencia eternamente.
Debes lograr que quien te tenga en ese momento sepa ver tu lado más positivo,y aunque tu propio nombre evoque mal fario,debes conseguir que no sea así.
No puedes estar siempre,que sepas que yo estoy al otro lado y también intervengo,no acapares tanto.
En fin,saludos.
Atenta y respetuosamente tuyo.
El Todo.
jueves, 13 de junio de 2013
TENGO DE TODO SIN TENER CASI NADA
Tengo amor pero me falta una novia,
tengo ojos pero me falta una nueva mirada,
tengo futuro pero no tengo planes,
tengo un piano pero no sé tocar sus teclas.
Tengo fé pero no encuentro a Díos,
tengo una camisa pero me faltan las mangas,
tengo un sombrero pero me falta una cabeza,
tengo un libro pero me faltan las palabras.
Tengo un destino pero me falta el camino,
Tengo unos años ya, pero no tengo edad,
estoy muy cansado pero de casi nada,
tengo conversación pero me faltan interlocutores,
Tengo un disco pero me faltan las canciones,
tengo trabajo pero me falta realizarme,
tengo la vida pero naufrago en sus paradojas,
tengo una cerveza pero me hace falta una abridor.
Tengo tiempo y me faltan horas,
tengo botas y me faltan las excursiones,
tengo pasión y me hace falta tu ombligo,
tengo este poema pero no sus versos.
Tengo riquezas pero me falta el dinero,
tengo ruedas pero no tengo volante,
tengo peces pero no tengo mares,
tengo una casa pero me faltan las ventanas.
Tengo alegrias pero me faltan esperanzas,
tengo formas pero me faltan las maneras,
tengo recuerdos pero me falla la memoria,
tengo entusiasmo pero se evaporan las ganas.
Tengo prisa pero me sobra tedio,
tengo miedo pero no se dónde huir,
tengo sueños pero me faltan ilusiones,
tengo de todo sin tener casi nada.
Dani T. Junio, 2013
tengo ojos pero me falta una nueva mirada,
tengo futuro pero no tengo planes,
tengo un piano pero no sé tocar sus teclas.
Tengo fé pero no encuentro a Díos,
tengo una camisa pero me faltan las mangas,
tengo un sombrero pero me falta una cabeza,
tengo un libro pero me faltan las palabras.
Tengo un destino pero me falta el camino,
Tengo unos años ya, pero no tengo edad,
estoy muy cansado pero de casi nada,
tengo conversación pero me faltan interlocutores,
Tengo un disco pero me faltan las canciones,
tengo trabajo pero me falta realizarme,
tengo la vida pero naufrago en sus paradojas,
tengo una cerveza pero me hace falta una abridor.
Tengo tiempo y me faltan horas,
tengo botas y me faltan las excursiones,
tengo pasión y me hace falta tu ombligo,
tengo este poema pero no sus versos.
Tengo riquezas pero me falta el dinero,
tengo ruedas pero no tengo volante,
tengo peces pero no tengo mares,
tengo una casa pero me faltan las ventanas.
Tengo alegrias pero me faltan esperanzas,
tengo formas pero me faltan las maneras,
tengo recuerdos pero me falla la memoria,
tengo entusiasmo pero se evaporan las ganas.
Tengo prisa pero me sobra tedio,
tengo miedo pero no se dónde huir,
tengo sueños pero me faltan ilusiones,
tengo de todo sin tener casi nada.
Dani T. Junio, 2013
viernes, 7 de junio de 2013
Día nocturno
El despertador sonó a la hora
acostumbrada. Con la mano derecha, tanteó la mesilla de noche hasta alcanzarlo
y apagarlo. “¡Ay, cállate ya, pesado, que eres un pesado!”, le dijo con la
naturalidad de quien bosteza. “Qué raro, son las ocho y no entra ni medio rayo
de sol por la persiana, y mira que está agujereada. Debe de hacer un día horrible”.
Este pensamiento, en principio tan inocente, le golpeó en la frente como cien
toneladas de sangre. Sin quererlo, o tal vez queriéndolo, se había dado un gran
motivo para no levantarse de la cama. Lástima que fuera lunes y hubiera que ir
a trabajar. Lástima.
Sacó los pies de la colcha y
buscó sus zapatillas de casa, pero lo cierto es que no veía absolutamente nada.
Por un momento, pensó que se había equivocado al poner la hora de alarma. Un
vistazo a la mesilla de noche le sacó de dudas. “Joder, debe de estar
montándose la tormenta del siglo”. Se sacudió la pereza lo mejor que pudo y se
incorporó lenta y pausadamente, como un viejo cubierto de achaques y penas.
Tiró de la cuerda de la persiana
y la sorpresa fue mayúscula: ¡eran las ocho y cuarto de la mañana y no había
amanecido, en pleno mes de junio! Abrió totalmente la persiana y asomó la
cabeza por la ventana. “No puede ser, no puede ser que sea de noche. ¡Ay, mi madre,
que ha llegado el día del juicio final o yo he perdido la cabeza!”. La verdad
es que acaban de suceder las dos cosas.
Bueno, la cabeza ya la había
perdido hace tiempo, pues hacía meses que se acostaba, dormía, se levantaba y vivía
como un autómata. En algún lugar de su cerebro, tal vez la parte más
inteligente que le quedaba, alguien había decidido que era mejor no pensar en
la vida descolorida e insípida que llevaba. Hacía tiempo que no sabía por qué
trabaja en donde lo hacía, por qué vivía donde vivía y por qué se juntaba con
la gente que se juntaba. Hacía tiempo que los días se habían vuelto grises, sin
brillo, vacíos, inertes.
“¿Y qué hago yo ahora?, se
preguntaba la parte menos inteligente de su cerebro. ¿Espero a que abran la
oficina y pregunto qué coño pasa, o me voy y me presento allí como si no sucediera
nada? El sol también tiene derecho a un día tonto, ¿o no?”. Lo cierto es que no
sabía si reír o llorar, así que optó por lo primero, sin saber por qué. La vida
a veces se decide en fracciones de segundo, y esa “decisión” era la prueba de
ello.
El sonido de sus carcajadas le
asustó un poco. No se reconocía en ellas. Tal vez hacía demasiado tiempo que no
se reía de sí mismo, de su vida, de su no-vida, de todo… Eso le dio qué pensar.
¡Atención, paren máquinas, que Juan se ha parado a pensar en el sentido de su
vida! Después de perder la cabeza y encontrarla, se acercaba el momento del
juicio final.
Sentado en el sofá, incapaz de
tomar una decisión, las carcajadas fueron cuajando y metamorfoseándose en
lágrimas tan espesas que Juan pudo percibir con nitidez el sabor a decepción y
a sal. Y cómo le escocían… Sentía como si las gotas estuvieran resquebrajando
una vieja máscara, construida a golpe de talonario e hipocresía. Sí, el juicio
final había comenzado y Juan tenía todas las papeletas para convertirse en el
único culpable del fracaso de su vida. Al menos ahora era consciente de que
llevaba años viviendo en la más absoluta oscuridad.
jueves, 6 de junio de 2013
PRUGUNTAR PER VIURE I VIURE PREGUNTANT
Des de sempre la Glòria s'havia fet preguntes (clar, que qui més qui menys tothom és fa preguntes, o no?). Però per a la Gloria això de fer-se preguntes era el pà de cada dia. No només es feia preguntes, sinó que se les anava apuntant en llibretes. Llibretes que guardava en un moble que s'havia comprat en uns grans suecs en la tarda d'un divendres de primavera.
La Glòria era una dona d'uns quaranta cins anys. Soltera. Vivia sola. Però no se sentia gens sola. De vegades sortia amb homes i dones i tenia amants. Però no l'interessava gens la idea de crea una familia. "ja n'hi ha massa gent al món. A més la familia és un invent que utilitza el poder per controlar millor a la població", això pensava ella. Bé, pensava... exactament a vegades pensava això. Perquè el fer-se preguntes, els plantejaments i les convicions d'una, canvien constantment. I això ja anava bé a la Glòria. Cadascú, és cadascú. O no, perquè hi ha també qui pensa que tothom, en essència, és la mateixa persona.
La Glòria treballava en la bibloteca del seu barri. Ja feias uns vint anys que treballava. Estava contenta en aquell treball. Tot el matí envoltada de llibres. I després, a la tarda, anava a la recerca de noves preguntes. Moltes d'aquestes preguntes havien tingut la seva resposta. Clar, que alhora, aquestes respostes generaven més preguntes.
La Glòria estava del tot convençuda que hi havien preguntes elementals o no tant elementals com ara: Qui sóc? D'onc vinc? Hi ha vida abans de la mort? Ha de tenir sentit la vida? Realment el progrés és progrés? Realment és intel.ligent l'home? Pensem o simplement parlem amb nosaltres mateixòs? El animals són més civilitzats que nosaltres? Si existís realment déu, hauria creat l'home? Com és que estic convençuda que déu no existeix? Tot i res és el mateix? Viure no és un altra manera d'estar mort? Els bisbes creuen realment en déu? La vida no serà una somni amb mols sentits alhora? que mai tenien una resposta clara. Clar, que finalment la dona s'havia proposat un dia de buscar un savi perquè li donés un resposta aquestes preguntes.Perquè, d'acord, molts llibres de la biblioteca on treballava li havien donat repostes, però en el fons anhelava anar més enllà, molt més enllà. I això li dónava un plaer del tot indescriptible. De fet els llibres, més que trobar respostes, son gran generadors de preguntes.
Un dia la Gloria va escoltar per la ràdio l'entrevista que li feien a un savi. Pero no es tractava d'un savi qualsevol. Ja que segons deien, les veus entes, aquell savi posiblement ho sabia tot. La Gloria va anant enant seguint l'entrevista i s'entusiasmava per moment ja que sentir aquella veu sàvia i clara era com fer dansar l'intel.lecte i l´ànima. Efectivament aquell home vell -s través de la veu es podia fer apreci i calcular per sobre l'edat d'aquell ancià, que segurament rondava els noranta anys- era impressionant escoltar el que deia.
(Continuará...)
Dani T. juny, 2013
La Glòria era una dona d'uns quaranta cins anys. Soltera. Vivia sola. Però no se sentia gens sola. De vegades sortia amb homes i dones i tenia amants. Però no l'interessava gens la idea de crea una familia. "ja n'hi ha massa gent al món. A més la familia és un invent que utilitza el poder per controlar millor a la població", això pensava ella. Bé, pensava... exactament a vegades pensava això. Perquè el fer-se preguntes, els plantejaments i les convicions d'una, canvien constantment. I això ja anava bé a la Glòria. Cadascú, és cadascú. O no, perquè hi ha també qui pensa que tothom, en essència, és la mateixa persona.
La Glòria treballava en la bibloteca del seu barri. Ja feias uns vint anys que treballava. Estava contenta en aquell treball. Tot el matí envoltada de llibres. I després, a la tarda, anava a la recerca de noves preguntes. Moltes d'aquestes preguntes havien tingut la seva resposta. Clar, que alhora, aquestes respostes generaven més preguntes.
La Glòria estava del tot convençuda que hi havien preguntes elementals o no tant elementals com ara: Qui sóc? D'onc vinc? Hi ha vida abans de la mort? Ha de tenir sentit la vida? Realment el progrés és progrés? Realment és intel.ligent l'home? Pensem o simplement parlem amb nosaltres mateixòs? El animals són més civilitzats que nosaltres? Si existís realment déu, hauria creat l'home? Com és que estic convençuda que déu no existeix? Tot i res és el mateix? Viure no és un altra manera d'estar mort? Els bisbes creuen realment en déu? La vida no serà una somni amb mols sentits alhora? que mai tenien una resposta clara. Clar, que finalment la dona s'havia proposat un dia de buscar un savi perquè li donés un resposta aquestes preguntes.Perquè, d'acord, molts llibres de la biblioteca on treballava li havien donat repostes, però en el fons anhelava anar més enllà, molt més enllà. I això li dónava un plaer del tot indescriptible. De fet els llibres, més que trobar respostes, son gran generadors de preguntes.
Un dia la Gloria va escoltar per la ràdio l'entrevista que li feien a un savi. Pero no es tractava d'un savi qualsevol. Ja que segons deien, les veus entes, aquell savi posiblement ho sabia tot. La Gloria va anant enant seguint l'entrevista i s'entusiasmava per moment ja que sentir aquella veu sàvia i clara era com fer dansar l'intel.lecte i l´ànima. Efectivament aquell home vell -s través de la veu es podia fer apreci i calcular per sobre l'edat d'aquell ancià, que segurament rondava els noranta anys- era impressionant escoltar el que deia.
(Continuará...)
Dani T. juny, 2013
miércoles, 5 de junio de 2013
EN EL FONDO MORIR ES RENOVARSE
Hay martes que le despiertan a uno como si estuviera completamente muerto. Muerto pero vivo, es decir com un ministro de cultura. O como un ministro de la iglesia.
El otra martes fue uno de esos días. Y me levanté de la cama, dejando una amante eteria en el aire espeso de la habitación, que me mató a preguntas de algodón la noche interior. Me volví a vestir de hombre normal, como en la canción de Extremoduro. Y sin ganas me fuí a trabajas, normal.
Pero mis pies confundieron los pasos. Y pasito a pasito llegué al desierto que hay en la periferia de la existencia. Allá dónde nacen las canciones de Cohen y de Sabina. Allá dónde el tiempo se descompene en caballitos de mar transparente y que son expertos en juegos de mesa. Allá dóndé, como escribió Borges, todos los hombres son el mismo hombre. O la misma mujer.
La arena de ese desierto era lila y de vez en cuando aparecían árboles con interogantes como hojas. Aquel desierto parecía inmenso. Al principio me puse especialmente tenso al comprovar que me había perdido. Quise llamar a la oficina, pero me habia quedado sin saldo. Entonces me paré, me senté en la arena, y con las piernas cruzadas respiré fondo tres veces. Y me tranquilece. Luego me dije: No te quejes, la vida es rara. Aprovecha para saborear el verdadero sabor de las cosas.
En unos minutos, y por arte de magia, aparecio el genio de Diógenes con la cara de Groucho Marx, que mirándome fijamente a los ojos me dijo: Dani, aprovecha estas en el sitio perfecto. Vive sin más, déjate llevar. Total tu también nunca aceptarías ser miembro de un club en el que te aceptaran como socio.
Desde aquel martes soy otro. Ahora me llamó Julius Marx y actuó en un cabaret junto con otros cachondos y golfos artistas, en medio del desierto, cinco veces por semana. Aquí se intercambian ideas, caricias, besos, orgasmos, aventuras, opiniones. Se comparten risas, botellas, flores, sueños, ilusiones, bacadillos de calamares, discos de Iggy Pop. Si quereís venir sólo teneis que cerrar los ojos y respirar tres veces profundamente. Si os pilla en el curro, mejor. Total, la más inmediata y gris realidad es una cochina y cobarde mentira.
Dani T junio, 2013
El otra martes fue uno de esos días. Y me levanté de la cama, dejando una amante eteria en el aire espeso de la habitación, que me mató a preguntas de algodón la noche interior. Me volví a vestir de hombre normal, como en la canción de Extremoduro. Y sin ganas me fuí a trabajas, normal.
Pero mis pies confundieron los pasos. Y pasito a pasito llegué al desierto que hay en la periferia de la existencia. Allá dónde nacen las canciones de Cohen y de Sabina. Allá dónde el tiempo se descompene en caballitos de mar transparente y que son expertos en juegos de mesa. Allá dóndé, como escribió Borges, todos los hombres son el mismo hombre. O la misma mujer.
La arena de ese desierto era lila y de vez en cuando aparecían árboles con interogantes como hojas. Aquel desierto parecía inmenso. Al principio me puse especialmente tenso al comprovar que me había perdido. Quise llamar a la oficina, pero me habia quedado sin saldo. Entonces me paré, me senté en la arena, y con las piernas cruzadas respiré fondo tres veces. Y me tranquilece. Luego me dije: No te quejes, la vida es rara. Aprovecha para saborear el verdadero sabor de las cosas.
En unos minutos, y por arte de magia, aparecio el genio de Diógenes con la cara de Groucho Marx, que mirándome fijamente a los ojos me dijo: Dani, aprovecha estas en el sitio perfecto. Vive sin más, déjate llevar. Total tu también nunca aceptarías ser miembro de un club en el que te aceptaran como socio.
Desde aquel martes soy otro. Ahora me llamó Julius Marx y actuó en un cabaret junto con otros cachondos y golfos artistas, en medio del desierto, cinco veces por semana. Aquí se intercambian ideas, caricias, besos, orgasmos, aventuras, opiniones. Se comparten risas, botellas, flores, sueños, ilusiones, bacadillos de calamares, discos de Iggy Pop. Si quereís venir sólo teneis que cerrar los ojos y respirar tres veces profundamente. Si os pilla en el curro, mejor. Total, la más inmediata y gris realidad es una cochina y cobarde mentira.
Dani T junio, 2013
lunes, 3 de junio de 2013
FRAGMENTOS DE LLUVIA
Con los bolsillos llenos de lluvia y, una canción de Tom Waits en el cacumen, me abrí paso por los pasillos de los colores desgastados de esta ciudad imposible.
Huía de las prisas. Yo era prisa, velocidad subliminal, conjunto de átomos que conforman una masa -o algo por el estilo- y van a la loca e ingénua búsqueda de algo vivo-. Y como Diógenes, yo también llevaba conmigo un farol -¿o una escala de picas?-. Yo qué sé. Quería luz para dislumbrar, que no alumbrar, en la más opaca claridad del día.
Quería, como todos, soñar que estaba vivo.
Porque esa es otra. No, no que no va en coña, ¡¡¡¡lo digo en serio!!!!!!!!!
Huir era esencial para mi. ¿Hasta dónde quería llegar? ¿Qué quería encontrar?
La verdad es que no lo sé. Pero claro ¿es verdad la verdad?
En última instancia supongo que quería engañar a la soledad incorporia de mi condición existencial. O sea, besar al fin los besos que crecían de tu boca. ¿Pero dónde te escondias?
A lo mejor, lo más seguro, es que no existiesex. O que estuvieras dentro de mi. Al otro lado de mi yo.
Mi yo, pura máscara llena de miedo. Pura expresión, fruto de la nada.
Te encontraré. Y si no te inventaré, como amenudo me invento que estoy vivo.
Sigo en la fuga esencial de la vida.
Sigo ardiendo por dentro en cada latido, como canta Spreengteen.
Sigo sediento tras los pasos de la PASIÓN más DESENFRENADA de nada en particular.
Dani, junio, 2013.
Huía de las prisas. Yo era prisa, velocidad subliminal, conjunto de átomos que conforman una masa -o algo por el estilo- y van a la loca e ingénua búsqueda de algo vivo-. Y como Diógenes, yo también llevaba conmigo un farol -¿o una escala de picas?-. Yo qué sé. Quería luz para dislumbrar, que no alumbrar, en la más opaca claridad del día.
Quería, como todos, soñar que estaba vivo.
Porque esa es otra. No, no que no va en coña, ¡¡¡¡lo digo en serio!!!!!!!!!
Huir era esencial para mi. ¿Hasta dónde quería llegar? ¿Qué quería encontrar?
La verdad es que no lo sé. Pero claro ¿es verdad la verdad?
En última instancia supongo que quería engañar a la soledad incorporia de mi condición existencial. O sea, besar al fin los besos que crecían de tu boca. ¿Pero dónde te escondias?
A lo mejor, lo más seguro, es que no existiesex. O que estuvieras dentro de mi. Al otro lado de mi yo.
Mi yo, pura máscara llena de miedo. Pura expresión, fruto de la nada.
Te encontraré. Y si no te inventaré, como amenudo me invento que estoy vivo.
Sigo en la fuga esencial de la vida.
Sigo ardiendo por dentro en cada latido, como canta Spreengteen.
Sigo sediento tras los pasos de la PASIÓN más DESENFRENADA de nada en particular.
Dani, junio, 2013.
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VIENTO HELADO
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