A veces echo
de menos los besos
que nunca nos dimos,
entonces cierro
los ojos
y te veo con un vestido
de oceano y arena.
Nuestro amor
aun sigue encendido,
flotando en el aire
como un pájaro
con las alas de fuego,
desnudando nuestras
almas de pepel...
lejos del bullicio
y del más imbécil deber.
A veces te persigo
como si fueses
un fantasma
que se escurre
entre una multitud
de estatuas
de carne y sangre.
Luego
en mi cama
te amo entre sábanas de hambre,
desnUda y abierta
entre la ternura y el bacio,
el deseo y el tedio,
la humedad y el desierto,
la vida y la muerte..
.Dani Torralba, enero, 2013
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