para la ironía,
tiempos malos
como siempre
para dar a entender
tal vez
justo lo contrario
(que es lo mismo,
pero con otros matices),
que no deja de ser
una invitación
para ver
desde otro punto
de vista.
Y así oxigenarse
uno
al comprobar
que nada es tan grave,
incluso cuando
viene y se te lleva
la de la guadaña,
quien sabe dónde.
Tiempos obtusos
para la ironía,
tiempos obtusos
como siempre
que se decantan,
para no variar,
a favor del poder,
garantizando
el poco espacio
que hay
para reflexionar
ante cualquier
confusión
hecha realidAd,
y así escatimar
cualquier resquicio
de ironía
que de paso
a una crítica sana,
que permita
al fin
caminar desde la más
plena vitalidad,
y avanzar
hacia dónde uno
gratamente
le plazca.
Dani T. D. 7/7/2022
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