Tiempos autoumatizados e informatizA2, sin alma, codificados, pesados, sin aire natural, con sofisticadas contraseñas, envasados al vacío. Tiempos sin tiempo para pensar con tranquilidad, vulnerables a cualquier crítica que de paso a la reflexión, sin prisas. Tiempos de plástico que entierran el pensamiento critico. Tiempos ansiosos, fatigados, mareados, sujetos a los caprichos de las estadísticas diseñadas por los mismos reyes del mambo y de la mafia legal de siempre.
Los niños ya buscan el mar en un teléfono móvil.
Tiempos rápidos que apuran cada segundo consumiendo productos y productos para llenar el vacío. El vacío que ya lo invade absolutamente todo. El vacío sofisticadamente diseñado para que sigan habiendo esclavos del deber. Esclavos para producir y producir.
Es el mismo argumento de siempre. La misma absurda lucha de siempre. Y hay quien logra subir a la cumbre pisando fuerte humillando con energía, deshumanizando con talento a su paso.
Vivir es no conseguir, dice un verso de Pessoa.
Vivir no es consumir. Vivir no es producir. Vivir no es llegar a lo más alto. Vivir no tiene precio. Vivir no es claudicar.
Vivir es sentir, amar, pensar, dudar, reír, llorar, vagar, pasear, reflexionar, danzar, amar, perder el tiempo de uno como le da la gana, besar, hablar, escuchar, equivocarse, morir cuando toque...
Vivir és un vértigo, una caricia, una inspiración constante, un sueño que se sueña, una odisea, un laberinto, un misterio, un gozo, un tormento a veces, la llama de un deseo que quema en el pecho....
Vivir es buscar la belleza, jugar, descubrir nuevas cosas a cada instante, inventarse, dar la mano, comprender, esforzarse, aprender a desaprender, asumir frustraciones, intentarlo de nuevo, aprender, aprender, aprender cada día. Aprender incluso cuando ya estemos apunto de dejar esta vida tan misteriosa y mágica.
Dani T. D. 16/11/2021
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