como un accidente accidentado,
un saco de preguntas ante el espejo,
tal vez el sueño de algunos besos tuyos....
Y como quien no quiere la cosa,
la cosa continúa
buscando otras impossibles
direciones que
direciones que
rompan el rumbo del destino
siempre tan inesperado y escrito
por un azar demasiado insolente.
Sin renunciar todavia a la magia
que deja tras de sí
el misterio ante la Pregunta
el misterio ante la Pregunta
y todas sus posibles respuesta;
ante el estupor después
de cada gesto gestado,
pues
después de todo sigo aguí...
De momento, claro.
Sí, como un espejismo
divinamente naufragado.
Sí, como un espejismo
divinamente naufragado.
Dani T. D. Abril, 2019
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