cada dia nuevas leyes para evitar los ajos,
y ciertos podridos crucifijos que aseguran
un pasaje para subir al cielo por un buen atajo.
En el congreso de los zombies se suspende
otra nueva sesión con al fin llegar a obtener
la carne envasada y fresca del contribuyente.
El que, con su voto, procura cierta sensatez obtener.
En el congreso de los hombres lobo se estimula
las aullidos como forma de celebrar y expresar
cada salida de la llena luna, y ya no se simula
los espasmos en cada impulso del buen besar.
En el congreso de las buenas brujas se debate
el volar libre de complejos desde el propio ser,
dando las precisas explicaciones para ver
de verdad con el corazón,
¡y que el miedo para siempre se descarte!
En el congreso de los (dis)putados se habla
se insulta y se grita al compás de la mediocridad,
la que garantiza que ya nada de nada se salva
empezando y acabando en la nula properidad
de ¡casi todo!
de ¡casi todo!
Dani Torralba Devesa, 22/11/2018
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