miércoles, 26 de octubre de 2016

UN DÍA MÁS, UN DÍA MENOS

Un más, un día menos
me levanto en un miercoles desigual.
Me dispongo una vez más
a desafiar las leyes de este universo fugaz.

En la oficina encuentro manos muertas
que pertenecen a nadie con los ojos cadáver,
envueltos con una tonelada
de perjucíos y al vacío,
mientras la vida es suspendida sobre
las aceras vencidas de esta ciudad
de la idiotas prisas.

Despué voy al dentista
para buscar amor del bueno,
y abro la cartera para cazar
alguna franca y divertida mariposa.

Al salir de la consulta ontológica
bajo al metro para reunirme con Satán,
el tío es un hombre cachondo
que me cuenta historia verdaderas
que no deja de ser mentira.

Después me detengo por una horita
en la taverna del septimo cielo,
la Duquesa Lali me da comer
quinze besos con lengua Cervantina
y dos poemas del siempre travieso Rimbaud.


Cuando al fin, la noche viene
en un patinete eléctrico,
y yo me encierro en casa.
Me como unas lentenjitas
escribo estos versos
y sobre la cama me duermo

pensando que tal vez mañana
la vida al fin sea realmente
una fiesta llena de luz
y un espacio hecho exclusivamente
para reír y soñar bien despierto
hasta la muerte más dulce.

Dani Torralba i Devesa, 26/10/2016


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