Hoy
un viento idiota
me paraliza el ser,
en un al alma de alquiler
al fondo
de mi caja toráxica.
La vida, a veces,
sorprende
como una herida
completamente profunda
y a la par,
superficial.
Una cicatriz
que no se sabe bien
que ese
ni que carajo
hace aquí,
manifestándose
a través de nuestra
máscara y cuerpo.
En este mundo
cargado al fin
de sombras
miserables,
ridiculas
que a menudo
se quedan sin bateria.
En fin,
hay que reír
aunque sea
desde el vacío
mismo de la
propia existencia
en día como
hoy.
Dani Torralba, noviembre, 2014.
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