Me busco
no me encuentro,
me dejo un mensaje
y apago el mobil.
Me ahorco al borde
de mi alma recién lavada,
resucito cuando
al fin
me olvido de todo porvenir.
Te recuerdo
desde el olvido,
te nombro
y no sé quien eres.
Decrezco
para madurar al fin
y para saber
que nunca se sabe
realmente nada.
Renazco por
enésima vez
en una tonta biografía
llena de una nada fría.
Sonrío bajo la ducha,
leo a Milan Kundera,
releo a Mortadelo y Filemón
y eso me hace indiscutiblemente feliz.
Un más dia más,
o menos.
o menos.
Es domingo pero
podía estar perfectamente
disfrazado
de un lunes insumiso
que al fin se rebelara
ante la hijoputez de
toda insana obligación.
¡Viva la república de los sueños!
Dani Torralba, 2014 novembre.
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