Horas náufragas que me llevan a playas indistintas. Mientras me ato bien el corazón antes de salir de casa, por si a caso hoy el naufragio me lleva bien lejos. Muy lejos, tan lejos que a penas se precie la distancia. La distancia que va extendiendo el tiempo sobre las huellas que va dejando el alma más endeble.
Y así de naufragio en naufragio, me voy reiventando. En el transcurrir de los minutos que resvalan sobre la piel del tierno olvido.
Un olvido que un día será gratamente recordado como un enésimo naufragio.
Dani T. D. 25/9/2019
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