En verdad y para un servidor, vivir es cada vez más un dulce vértigo, que otra cosa.
En el fondo no tengo necesidad de llegar a nada. Sólo por el simple hecho de respirar y sentirme vivo ya me vasta. A menudo siento que todo forma parte de un sueño consciente. Y mortal. Esto último es de clave importancia, PUESTO QUE A MENUDO SE NOS olvida que somos simples y alegres mortales, y estamos en este mundo para vivir exclusivamente. Que ya está muy bien.
¿A que viene esto? Pues en verdad no lo sé muy bien. Pero acabo de hacer un amigo. Sí, bueno mejor más o menos un amigo... Se llama Erich From (1900-1980). Fué un psiconoalista, sociólogo de origen Alemán, que expuso unas teorias y reflexiones interesantes. Sin ir mas lejos, este pensador le hace a uno reflexionar. Cuestionarse cosas. Cuestionarse incluso, si lo que dice el propio Fromm tiene sustancia o es simple marquetink como el bueno del anunciante de Bimbo (un pan excelente, sobretodo si se impregna de Nocilla o anchoas de la Escala, claro).
Este tal Erich se me ha hecho simpático. A pesar de estar muerto desde 1980, esta más vivo que mucho (sin dejar de olvidar al carismático Punset, claro) Este nuevo amigo me habla, entre otras cosas, de que estamos inmersos en un mundo que no es lo que es. Que a pesar de que hay de todo, y tenemos de todo ( ¿de todo?) pues cada vez es una sociedad más guay, y ya de paso light, cada vez somos menos.
La vida no es una carrera. Es un espacio de luz que hay que gozar, a pasar de los pesares. Importa un quilo de pimientos si tienes cantidades de fortuna repartidas por todos los bancos del mundo mundial, si no eres de nada sirve tener.
Este pensamiento hoy en día parace ingenuo y de hecho lo es, porque estamos en un sociedad cada vez más tecnológica y materialista. Cada vez más hortera. Dónde ser por el simple hecho de estar vivo, no es para nada rentable. Pero es mentira. Nos manipulan y de paso nos dejamos manipular. Nos venden la moto. Nos ven felicidad en forma de pacs en la planta tercera del corte ingles. Nos hacen creer que hay que dar una serie de pasos para ser feliz. Pero es mentira. Podrida mentira.
Hay que ser como uno le venga en gana. El bienestar esta siempre dentro de uno mismo. Nadie es mas que nadie. No hay que llegar a nada, porque uno ya es por el siemple hecho de haber nacido.
Erich From bienvenido, ya eres amigo. Te presentaré, a lo mejor ya los conoces, a Pessoa, a Cioran, al cachondo de Socrates, a Stevenson, a Cernuda, a Jim Morisson y a mi entrañable Lou Reed, (te quiero Lou) que me enseñó un domingo de primavera a disfrutar de nada especial, en el Parc de la Ciutadella, bebiendo sangría en un día perfecto.
Muchas gracias amigos!
Dani T.
Este tal Erich se me ha hecho simpático. A pesar de estar muerto desde 1980, esta más vivo que mucho (sin dejar de olvidar al carismático Punset, claro) Este nuevo amigo me habla, entre otras cosas, de que estamos inmersos en un mundo que no es lo que es. Que a pesar de que hay de todo, y tenemos de todo ( ¿de todo?) pues cada vez es una sociedad más guay, y ya de paso light, cada vez somos menos.
La vida no es una carrera. Es un espacio de luz que hay que gozar, a pasar de los pesares. Importa un quilo de pimientos si tienes cantidades de fortuna repartidas por todos los bancos del mundo mundial, si no eres de nada sirve tener.
Este pensamiento hoy en día parace ingenuo y de hecho lo es, porque estamos en un sociedad cada vez más tecnológica y materialista. Cada vez más hortera. Dónde ser por el simple hecho de estar vivo, no es para nada rentable. Pero es mentira. Nos manipulan y de paso nos dejamos manipular. Nos venden la moto. Nos ven felicidad en forma de pacs en la planta tercera del corte ingles. Nos hacen creer que hay que dar una serie de pasos para ser feliz. Pero es mentira. Podrida mentira.
Hay que ser como uno le venga en gana. El bienestar esta siempre dentro de uno mismo. Nadie es mas que nadie. No hay que llegar a nada, porque uno ya es por el siemple hecho de haber nacido.
Erich From bienvenido, ya eres amigo. Te presentaré, a lo mejor ya los conoces, a Pessoa, a Cioran, al cachondo de Socrates, a Stevenson, a Cernuda, a Jim Morisson y a mi entrañable Lou Reed, (te quiero Lou) que me enseñó un domingo de primavera a disfrutar de nada especial, en el Parc de la Ciutadella, bebiendo sangría en un día perfecto.
Muchas gracias amigos!
Dani T.