Como si la vida fuese real,
navegan los días con sus noches
sin más misterio del que arde,
izando las velas cada mañana
aprovechando el viento
rumbo al próximo instante.
Com si hubiese algún destino
que alcanzar a través de las huellas
que va dejando el inconsciente azar,
tras los jadeos que va ladrando
el deseo más inesperado y caprichoso
entre los torpes dedos de la ansiedad.
Com si uno fuese real
con sus secretos acuestas camino
hacia el tesoro de su propia verdad,
despojándose poco a poco de todos
sus miedos para al fin encontrar
tan sólo un ápice de serenidad.
Dani T.D, 28/2/2018